En este caso La ratita presumida es una versión de José A. López Parreño y adaptado al lenguaje de pictogramas, un sistema basado en dibujos y colores denominado SPC (Símbolos Pictográficos para la Comunicación).
El cuento pertenece a la colección MAKAKIÑOS (el primer proyecto editorial que utiliza este sistema) e intenta acercar y proporcionar material de apoyo a niños con discapacidades intelectuales como el autismo o la disfasia.
Los pictogramas referidos a sustantivos se enmarcan en color naranja, los verbos en verde, los adjetivos en azul, los pronombres en amarillo...
Con unas ilustraciones de Alicia Juárez tan simpáticas y una adaptación tan adecuada, el cuento rejuvenece y se refresca.
No debemos quedarnos sólo con el tema de una ratita que barre, se pone guapa y a la que proponen matrimonio. La vanidad, la arrogancia, el fijarse sólo en el exterior y la superficialidad, elegir bien nuestras amistades, son algunos de los temas a tratar. Porque... las apariencias, engañan.
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