En esta obra, el rostro humano surge esquematizado, dividido en rectángulos de color como si fuera el traje de un arlequín pero colocado sobre una máscara de aspecto primitivo.
La cara es una circunferencia dividida en cuatro partes, entre las que vemos algunas figuras geométricas, como el triángulo de la ceja izquierda o el arco de circunferencia que delimita la ceja derecha.
El título de la obra, Senecio, se debe al rótulo que hay en la misma y que alude a una flor venenosa, aunque también al filósofo Séneca.
Y estos son nuestros Senecios:
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